Aquí esto otro domingo más. En esta ocasión para hablaros de una serie que llevo siguiendo desde hace más de cinco años, es decir, desde que empezó a emitirse, y esa es Érase una vez, o Once upon a time.

Es probable que ya conozcáis su argumento, pero, por si acaso, no está de más recordarlo. La historia comienza en el cumpleaños de Emma Swan, una mujer que, si no recuerdo mal, se dedica a detectar mentiras, por decirlo de alguna manera. Ese mismo día aparece un niño en la puerta de su casa, Henry, que dice ser su hijo. Este le revela que, en realidad, es la hija de Blancanieves y el Príncipe Encantador, que ahora viven, junto a otros personajes de cuentos, en un pueblo de Maine llamado Storybrooke sin recordar sus verdaderas identidades. Al principio, no cree nada de lo que este le cuenta, pero, poco a poco, se irá cuenta de que quizás esté diciéndole la verdad.

Sin duda, lo que me enamoró de la serie es el hecho de haber mezclado realidad con fantasía. De hecho, mis temporadas favoritas son aquellas que transcurre, en su mayoría, en Storybrooke. Creo que esa es la razón, por la que no fui capaz de engancharme a la tercera de primeras; hasta un año y medio después de su estreno, no la retomé (la tercera) 😂

A lo largo de todas las temporadas, se han abierto un sinfin de tramas, de las cuales he olvidado bastantes detalles, y que, aunque poco a poco se enrevesen más y más, son interesantes todas ellas. Creo que nunca deja de sorprender; siguen apareciendo nuevos personajes, nuevas conexiones entre los que ya conocías...

A pesar de todo ello, es cierto que está llegando a un punto en el quizás no dé más de sí. Quizás lo mejor sea que la sexta temporada sea la última, pero solo si le dan un buen final. NO QUIERO NADA DE CANCELACIONES EN EL ÚLTIMO MOMENTO.

Y por cierto, estoy deseando ver el episodio musical que están preparando. Tengo curiosidad por saber qué sale de ahí 😂

Hasta aquí la entrada. Espero que os hayáis animado a verla si no lo habéis hecho aún, y si la seguís ya, ¿qué os parece?