Citas, o Cites en catalán, es una serie un tanto diferente a otras series de género romántico. En cada capítulo aparecen como protagonistas cuatro de los personajes principales, de entre todos los que hay. De esta manera, nos encontramos con dos parejas en cada episodio, que quedan a través de una aplicación de citas  -o suelen hacerlo; si la habéis visto, sabéis por qué puntualizo-.

Está basada en Dates; de hecho, hay citas que son muy similares. De esta última solo he visto tres o cuatro capítulos de los nueve que tiene, pero de la catalana, la primera temporada entera. Y, en base a eso, me quedo con Cites, aunque la británica me estuviera gustando y me encantaría retomarla.

Si queréis ver una serie que enganche, no dudéis en lanzaros con ella. Al menos yo, me vi unos 10 episodios en dos días, quedándome uno de ellos despierto hasta las dos o por ahí solo porque quería ver más y más.

Uno de los motivos por los que me parece que es fácil que uno se enganche a ella son los personajes. Al haber tantos no es complicado cogerle cariño a alguno(s), por lo que, hasta que ese en concreto vuelva a aparecer, uno se tiene que ver unos cuantos capítulos antes.
Además, son todos muy diferentes entre sí (cómo para no serlo habiendo más de 20, si no me equivoco) y, como consecuencia, sus tramas también lo son. Y sí os echa para atrás el hecho de que su género sea el que es, os aviso ya que para nada son historias demasiado edulcoradas. Por lo menos, para mí no.

Hace medio año, aproximadamente, que estuve en Barcelona, y me enamoré de la ciudad. Así que otro de los motivos por los que disfruto tanto esta serie es por esos planos que tiene del lugar, que solo aumentan mis ganas de volver.

A parte de la ambientación, también tengo que destacar la banda sonora, pues no son canciones que yo suela escuchar, ni que conociera antes de ver Cites, pero que creo que van bastante acorde con ella y con su estética.